Esta vez quiero hablar de las excusas. Excusas de las cuales se han valido tanto para “no empezarme”, como para terminarme. Excusas propias de “la mina complicada”, pero que curiosamente terminan saliendo de sus bocas. Desde la mas básica e inverosimil, hasta la peor y mas elaborada, traducidas. He aquí:

1. “No me gustan las mujeres con pelo corto” (puede incluir tendencia política, equipo de futbol, religión): nunca me has gustado, te encuentro fea, pero igual me tincaste un segundo. Un segundo no mas, si po!.

2. “No eres tu, soy yo”: eres TU todo el rato. Te encontré bonita, pero eres CERO compatible conmigo. Pero como soy caliente, tenia que intentar.

3. “Me provoca conflicto que ganes mas que yo”. Razonable si no lo hubiera dicho después de PEDIRME que lo invitara un trago (y decir que no es machista, a la pasada). Cafiche y cara de raja.

4. “Es que yo no pololeo”: es que yo no pololeo CONTIGO.

5. “Te quiero, pero como amigos”. Esa que tanto odian, es una de las que mas usan. En todo caso, si dice solo esto, puede ser cierto. Pero dana el ego full: eres buena, me quieres, me cuidas, eres bonita, simpatica e inteligente… como mi mama!.

6. “Te quiero como amigos, pero que tienen sexo”: eres bonita, simpatica, inteligente, te quiero, me gustas, pero quiero seguir tirándome a ti y a todas las otras y soy terriblemente inmaduro como para perder ese beneficio… y le peor de todas:

7. “Eres demasiado buena como para mi”: eres bonita, simpatica, inteligente, cocinas, hablas 2 idiomas, tienes buen humor, no eres bruja ni celosa, eres buena en la cama, buena amiga, solvente, estable, confiable… y aun asi, NO ME BASTA. La que mas destruye el ego es esta, porque “sin querer queriendo”, significa que podrías ser la mejor mujer del mundo e igual no le gustas. Y habitualmente es por una razón tan banal como “eres de derecha” o “eres del colo”, plop!.

Pero no es el punto lo “perdedoras” e incluso divertidas que puedan parecer estas excusas (que SI, me las han dicho todas). El punto es que son excusas, NO razones. Las razones tienen y son fundamentos. Estas aparentemente inocentes frasecillas son excusas porque no nos dan ninguna explicación o argumento valido de por que nos están botando, sino que los hombres las utilizan por cobardia.

Porque no se atreven a decir “no me gustas, tome una decisión apresurada basándome en apariencias y la cague”. Y es triste. Porque los pocos que lo dicen utilizan la “excusa finale” a continuación: ES QUE NO QUERIA HACERTE DANO.

Es mentira. NUNCA ha importado hacernos daño, porque SABEN que siempre habrá daño cuando terminan con una.

Lo que quieren ocultar es el pavor de ASUMIR que por su torpeza danaron a una mujer, porque implica asumir también que pasaron a formar parte de la enooooooorme lista de “huevones pencas” que, tal como acabo de decir y repito (para que se lo graben), por no pensar, danaron a una mujer. Y eso, para el ego de un hombre, es intolerable.

“Yo no puedo ser igual de penca que el resto”… lo siento cariño, me heriste, danaste a una buena mujer. Eres un huevon penca.